Cebollitas caramelizadas

I. Cortar las cebollas (unas pocas o unos kilos) en julianas o cuadraditos chiquitos, según como prefieran la testura a la boca.

II. Ponerlas en una cacerola con un poquito de aceite. La idea no es freirlas sino humectarlas (revuelvan con los deditos, no sean fifis). Condimentar con laurel, un poquito de pimienta, un poquito de sal (apenas) y una cucharada de azúcar.

III. Preparar a fuego muy bajo mucho tiempo hasta que queden transparentes. (Se arma como una mermelada). Controlar que no se quemen y agregar aceite si fuera necesario.

IV. Conservar en un frasco limpio. Duran 2 semanas más o menos y son bien dulces.

V. Es un alto comodín que te saca las papas del fuego, o al menos te las tunea un montón. Manteca quemada, una cucharada de cebollitas, una lata de tomate cubeteado, unos inspirados condimentos, y tenemos alta salsa en 5 minutos. Si les agregamos caldo y lo dejamos calentar, tenemos una deliciosa soupe à l'ognion express. Y sino para servir con tostaditas en una picada, agregar a la preparación de cualquier tarta, a un buen sandwich, a un omelette, al salteadito de verduras, a la tortilla de papas, etcétera.